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Terminar con el país de la ordeña

Horacio Duarte Olivares: Es Subsecretario de Empleo y Productividad Laboral de la STPS para el gobierno federal 2018-2024.

 

Corrupción y abandono son dos ingredientes que al mezclarse propiciaron la extensión del huachicoleo desde por lo menos hace dos sexenios, uno de los negocios ilícitos más jugosos que representa pérdidas de aproximadamente 66 mil millones de pesos, pérdidas humanas y una base social importante en entidades como Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Puebla, Querétaro, Tamaulipas, Veracruz y la Ciudad de México.

En ese sentido el gobierno de México ha delineado una estrategia de combate que consiste en: implementar estrategias de vigilancia, aumento de la capacidad de transportación de combustibles, aplicación de la ley, y como solución de fondo, un plan de bienestar social que atiende las entidades donde predomina esta práctica.

Una vez más, el sello particular del ejecutivo es una apuesta de actuación que no sólo recae en medidas coercitivas, sino en una estrategia social de fondo. En palabras del presidente un “80 por ciento del combate se centra en ofrecer condiciones de bienestar a la población y un 20 por ciento en la actuación judicial”. Estrategia que se explica a la luz de la tragedia ocurrida en Tlahuelilpan Hidalgo, con una buena parte de pobladores muertos y heridos, pero huachicoleros de alto rango que se albergan en la impunidad desde hace 40 años y deben combatirse.

Su aplicación es mediante un programa de desarrollo para 91 municipios por donde pasan los ductos de PEMEX, asegurando que ningún mexicano tenga la necesidad de dedicarse al robo de hidrocarburos. Buscando beneficiar a un millón 688 mil personas con programas sociales como pensión de adultos mayores, personas con discapacidad, apoyos a pequeños productores agrícolas, tandas para el bienestar, becas para estudiantes y becas de capacitación para el empleo con el programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”.

El objetivo esperado a largo plazo es que mejoren considerablemente los estados financieros de PEMEX durante el sexenio, y sobre todo, poder conjurar esta actividad ilícita que recluta personas al por mayor.

Desde hace tiempo Andrés Manuel López Obrador ya había delineado la agenda gubernamental a seguir cuando ganase la presidencia, razón por la cual, los mexicanos están cerrando filas detrás del presidente. Cerca de un 90 por ciento de ciudadanos a nivel nacional ha mostrado su respaldo a las acciones emprendidas por el presidente de México para combatir el huachicoleo. Más del 60 por ciento considera que las medidas aplicadas por el gobierno federal son las correctas y que la población debe confiar y tener paciencia en las medidas adoptadas.

Hoy los mexicanos tienen muy claras las medias de actuación del gobierno federal: Para para combatir la ordeña, debe detenerse el saqueo y la corrupción; para erradicarla deben eliminarse las excusas para el huachicoleo, garantizando el derecho al trabajo y el derecho a un ingreso suficiente.

Publicado originalmente en el periódico El Universal: https://goo.gl/Jf4DSs

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Salario digno y presupuesto responsable

Horacio Duarte Olivares: Es Subsecretario de Empleo y Productividad Laboral de la STPS para el gobierno federal 2018-2024.

 

Casi la mitad de los mexicanos todavía se encuentra en situación de pobreza, aproximadamente un 10 por ciento en pobreza extrema y dos terceras partes de la población son vulnerables por alguna carencia social, esto a causa de gobiernos que recurrentemente olvidaron sus responsabilidades sociales con los menos favorecidos.

Ya en los primeros días degobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dejado muy claro que la política económica a seguir es de tipo social e incluyente.Esto responde a la deuda histórica de acabar con el México de las contradicciones: el de la economía importante a nivel mundial, pero desigual en sus beneficios sociales; el de la población más trabajadora, pero la que menor salario percibe.

Dos acciones valientes están marcando la ruta a seguir del sexenio: la aprobación de un Presupuesto de Egresos Responsable para 2019 y un primer paso para la recuperación progresiva del salario mínimo. Dos signos característicos de un Estado eficiente, ya no asistencialista. Un Estado incluyente, no el de unos pocos. El México real, no el México ficticio.

La primera acción, tiene la finalidad de priorizar las políticas de bienestar social a través de la implementación de programas prioritarios, tal es el caso del aumento en el presupuesto de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y el de la Secretaría del Bienestar, para poder implementar los programas “Jóvenes construyendo el Futuro” y la pensión universal para adultos mayores y cooperativas y créditos sociales, respectivamente.

Esto acompañado de una disminución en el gasto corriente y un aumento en el gasto de inversión, eliminando la duplicidad de funciones en áreas y organismos, para destinarlo a programas de infraestructura que sirvan como detonadores del crecimiento económico. Además de la importante reducción en los salarios de los altos mandos en las instituciones públicas.

Y el segundo, tiene como finalidad la recuperación progresiva del salario mínimo, de manera responsable y sostenible. Esto para atender a los números nacionales que preocupan, por ejemplo, el hecho de que los trabajadores que ganan hasta dos salarios mínimos representan el 44.6 por ciento de la fuerza laboral en México, y de estos, un 32.7 por ciento son informales.

Es decir, el reciente aumento al salario mínimo no es un riesgo como se ha vociferado sinsentido, sino una necesidad evidente que en esta ocasión histórica pudo atenderse gracias a que existen las condiciones necesarias entre el gobierno y la iniciativa privada para lograr consensos.Por lo menos desde hace 30 años el salario mínimo no se ha visto beneficiado por el crecimiento económico de manera natural, contrariamente se ha visto castigado sin consideración alguna.

El consenso logrado por la Comisión Nacional de Salarios mínimos, hoy propicia un salario mínimo general de 102.68 pesos y de 176.72 en la zona libre de la frontera norte, que significa priorizar a la clase trabajadora menos favorecida. Y es motivo de reconocimiento para el nuevo gobierno federal. Es cierto, no pueden echarse campanas al vuelo, pero con este paso se ponen los cimientos de un proceso de dignificación del salario, comenzando por ubicárlo con la línea de bienestar establecida por el Coneval, que redundará paulatinamente en un piso mínimo de bienestar para las familias mexicanas.

Se han puesto sobre la agenda dos aspectos vitales para una economía nacional sana durante el sexenio, las estrategias a seguir son mucho más profundas y amplias, lo sabemos. Pero indiscutiblemente, la base de su éxito tiene que ver con justicia y sensibilidad social, y esas dos premisas ya están trazando el camino.

Publicado originalmente en el periódico El Universal: https://www.eluniversal.com.mx/articulo/horacio-duarte-olivares/nacion/salario-digno-y-presupuesto-responsable?fbclid=IwAR1XeD-elyFeZWCuBCExjh68HbZWviE6CRKiv2Pixwwi2JG8NzbDbeVgKZk

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