Análisis, INE, Izquierda, Morena, Política

Violencia y elecciones en México

Horacio Duarte Olivares

Representante de MORENA ante el INE

Para Morena nos parece que la desaparición de 43 normalistas recientemente en el Estado de Guerrero, alerta a la clase política, sin embargo, la hacen ver sólo el momento actual, y no ven todo el proceso que se está gestando en nuestro país. Es muy lamentable que en un país como México se desaparezcan o se maten a quienes serán sus maestros, creemos que pocos países del mundo pasarían bajo la tesitura de matar a quienes serán sus futuros maestros, y más cuando esos maestros pertenecen a los estratos de la sociedad más bajos, y que tienen que ir a estudiar a normales como la de Ayotzinapa.

Con los hechos ocurridos recientemente en todo el país, nos da la impresión de que la clase política en conjunto con las instituciones del Estado mexicano, no ven la película completa, sólo ven la noticia de hace unas semanas, y nos parece que a esa clase política se le acaba el tiempo, ya que la sociedad mexicana está en un proceso de descomposición, y estamos en una etapa crucial de la vida política del país, debido a que vemos como arriba hay acuerdos y abajo la gente sigue muriendo.

¿Por qué tenemos que llegar en México a que el crimen organizado infiltre a los gobiernos? No es el primer caso, no es sólo el alcalde de una ciudad como Iguala, nosotros sostenemos que el problema es arriba, en donde desde las instituciones más grandes, desde las presidencias más grandes, no de una presidencia municipal, está instalado precisamente quien ha venido en los últimos años saqueando a este país.

¿Cómo reacciona la gente frente a hechos como que se quiere hacer una refinería y de un plumazo se tiren 3500 millones de pesos a la basura? ¿Qué respuesta tiene que haber a esta insensibilidad? ¿Por qué los ciudadanos tendrían que plantearse el discurso del rechazo a la violencia, del acuerdo de la vía civil? Si desde las altas esferas del poder público se desprecia enormemente a la sociedad.

En una situación de crisis como la de Ayotzinapa, se les ocurre traer un avión presidencial de 7000 millones de pesos, eso es totalmente insensible. Sin embargo, el problema no es sólo los desaparecidos de Ayotzinapa, tampoco es lo que plantea el Representante del Pan de que hagamos rendición de declaraciones patrimoniales,  o pasemos al alcoholímetro a los candidatos; el asunto insistimos, es que en los últimos sexenios se ha aplicado una política económica que concentra la riqueza en unas manos y distribuye la pobreza en muchísimos millones de mexicanos. El problema es el régimen que nosotros hemos caracterizado como el del PRIAN, con Salinas, con Fox, con Calderón y ahora con Peña Nieto.

Y ahora resulta que ya se les olvidaron los miles de muertos en la famosa guerra contra el narcotráfico o los miles de desaparecidos, y hoy ya no se quiere hablar de las matanzas del Gobernador Morena Valle en Puebla, ahora sólo es Ayotzinapa, tampoco se quiere hablar del tema Tlatlaya donde gobierna el señor Eruviel, o lo que se acaba de descubrir recientemente: los cadáveres en el gran canal en Ecatepec, donde fue presidente municipal el señor Eruviel. Es decir, la clase política no quiere ver la película completa, quiere sólo ver un cuadro y chiflar en ese cuadro. Han argumentado que necesitamos blindar, lo decía aquí un Consejero, con ese discurso militarista que no ayuda, que en los estados se firman pactos de civilidad, entre los partidos, los institutos llaman y se blindan. Hace poco el Consejero Presiente estuvo con la Secretaria de Desarrollo Social blindando, viendo el tema del blindaje de los programas sociales. Eso lo hemos escuchado desde hace 20 años.

La realidad abajo, allá afuera es que, se sigue comprando el voto, sigue habiendo herramientas muy claras, obviamente cada vez más sofisticadas, como en el 2012 de manera electrónica con tarjetas Monex, ya no era el sobrecito amarrillo, ahora era la modernidad tecnológica. Ese es el problema de este país, no es sólo condenar, que hay que condenarlo, y hay que lamentarlo, pero nos parece que el problema de fondo tiene que ver con la estructura del régimen, se está pudriendo, se está desmoronando, y los únicos que no lo ven pues son los que gozan de los privilegios del régimen.

Es por esto que la propuesta del Representante del Pan no es políticamente incorrecta, es lo políticamente correcto del momento. Sin embargo, ese tema tiene debatirse no sólo en el Instituto, se tiene que debatir en las Cámaras. ¿Por qué si sabíamos que hace semanas, meses, años, el crimen organizado se está infiltrando en los procesos electorales, por qué no se pusieron reglas en la reforma electoral? Hace algunas sesiones el Consejero Ruiz Saldaña preguntaba ¿por qué no se sancionan a los actores y a los funcionarios en la ley?, y respondíamos de manera irónica diciendo que los que hacen la ley son los funcionarios de los partidos, ¿cómo se van a auto-sancionar?

Hoy es el mismo tema, ¿por qué no se ponen mayores requisitos en la ley?, si se anunció una reforma electoral trascendental para la vida pública, además de que si se pusieron reelecciones, otra vez el beneficio a una clase política que sólo está viendo hacia dentro, no está viendo hacia afuera. Por esta razón, en Morena sostenemos que aunque suene trillado, el problema es el cambio de régimen, y aunque suene absurdo, como lo decía el padre Solalinde, “México se está convirtiendo en una gran tumba clandestina”, ese es el problema, no dos requisitos que puedan ponerse para dos candidatos.

Desde esta representación, sostenemos que en materia de organización de los procesos electorales, a la autoridad permanentemente se le olvida que nuestros textos hablan de elecciones libres y auténticas y eso engloba principios, no sólo normas procedimentales, si no garantizar que en México haya comicios como claramente dice la norma fundamental: libres y auténticos. Y la reflexión es, ¿un país puede tener elecciones libres y auténticas en el marco de una guerra contra el narco?, aunque hoy ya no se llama así, las consecuencias siguen siendo exactamente las mismas.

El problema de fondo es ¿cómo la autoridad electoral puede intervenir o no, en garantizar una democracia sustantiva y no sólo adjetiva? Porque bajo esta lógica, el principio de que sólo lo que estricta y formalmente es parte de la democracia y del procedimiento democrático, no va al fondo de garantizar el voto libre, secreto y auténtico, que debiera ser la aspiración última de cualquier autoridad electoral. Y por eso nos oponemos a la visión instrumentalista en la cual se dice que se cumplieron tantos requisitos, se tuvieron tantas estadísticas y se instalaron tantas casillas, pero ¿cuándo viene el proceso de valoración? Consideramos que siempre debe existir un proceso, para hacer la valoración de la calificación, en donde se tienen que tomar en cuenta estos elementos, y no lo decimos nosotros, lo han dicho organismos jurisdiccionales. La calificación del proceso no es sólo el cúmulo o la suma instrumental de etapas del proceso electoral, también debe entrar la valoración de si se cumple o no el tema del voto libre y auténtico.

Por eso como en este tema, en otros temas del proceso electoral la discusión tiene que estar a la luz de estas consideraciones: ¿queremos una democracia sustantiva o sólo queremos una democracia adjetiva, donde se cumpla la estricta formalidad pero no se cumpla el fin último para el que fue diseñado nuestro sistema, que es buscar por la vía pacífica la renovación de los órganos el poder público? Nosotros buscaremos siempre por la vía pacífica y la vía electoral la transformación del régimen, esa es la aspiración y ese es el objetivo de Morena. Ese es desde nuestro punto de vista el tema de fondo, no sólo el tema procedimental.

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